El fruto del silencio es la oración, el fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.
(Madre Teresa de Calcuta)
El amor es el acto supremo de la libertad, la actividad reciamente humana por la que una persona elige y realiza el bien de otro. Es el principio y fuente creadora, porque el hombre fue creado por amor y para el amor.
Todas las manifestaciones del ser humano, hacen patente esta tendencia: "el amor es lo que identifica a la persona, la capacidad de amar es exclusiva del ser humano"
El amor es la única razón que justifica la existencia de todos y cada uno. El universo se creó entero por amor.
Las tres dimensiones del amor:
Es el amor que tenemos por Dios. Este es el grande y primer mandamiento
"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente"
Es el amor que tenemos por nuestros parientes y amigos. Y el segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas"
Es el amor que tenemos por nuestra pareja. "No está bien que el hombre esté solo, hagámosle una compañera semejante a él"
(Gen 2: 18)
PARA EL AMOR AÚTENTICO
1-Querer amar, como un acto de voluntad humana. No por conveniencia o porque me gusta, me apetece o me interesa.
2-Buscar el bien de la otra persona, lo que la hace feliz y la perfecciona. Buscar el bien del otro precisamente en cuanto al otro, No por mi, si no desde mí para el otro, tal como es.
(1 Corintios 13, 4-8)
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad si no que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue.