¿PERDONA DIOS EL PECADO?
Caído libremente el hombre, Dios no tenia ninguna obligación de venir en su ayuda. Muy al contrario, al hombre pecador ya en el paraíso, le prometio un Redentor. Enviado su Hijo al mundo, quiso que se llamase Jesús, es decir Yahvé Dios que salva: "Y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados" (Mateo 1, 21). Jesús al instituir la Eucaristía, nos dice: "Esta es mi sangre, que se derrama por todos para el perdón de los pecados" (Mateo 26, 28)
El perdón de Dios es una remision total, una amnistía completa. "Ya no queda nada de condenación para los que viven en Cristo Jesús" (Romanos 8,1). Por parte de Dios la salvación es absoluta, sin regresión. Es el hobre el que puede abandonar a Dios y perderse.
Así expresamos el primer anuncio gozoso de la salvación, la primera gran Buena Noticia que nos proclamaron los Apóstoles al resucitar Jesús y venir el Espíritu Santo.
AFIRMAMOS
El perdón de los pecados es la amnistía completa concedida por Dios al hombre, en virtud de la Sangre de Cristo, que la derramó por nosotros.
Caído libremente el hombre, Dios no tenia ninguna obligación de venir en su ayuda. Muy al contrario, al hombre pecador ya en el paraíso, le prometio un Redentor. Enviado su Hijo al mundo, quiso que se llamase Jesús, es decir Yahvé Dios que salva: "Y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados" (Mateo 1, 21). Jesús al instituir la Eucaristía, nos dice: "Esta es mi sangre, que se derrama por todos para el perdón de los pecados" (Mateo 26, 28)
El perdón de Dios es una remision total, una amnistía completa. "Ya no queda nada de condenación para los que viven en Cristo Jesús" (Romanos 8,1). Por parte de Dios la salvación es absoluta, sin regresión. Es el hobre el que puede abandonar a Dios y perderse.
Así expresamos el primer anuncio gozoso de la salvación, la primera gran Buena Noticia que nos proclamaron los Apóstoles al resucitar Jesús y venir el Espíritu Santo.
Más tarde veremos lo que es el pecado como trasgesión de la Ley de Dios. Ahora nos basta saber que eso que hubiera sido la causa de nuestra ruina eterna, es precisamente la manifestación espléndida de la bondad misericordiosa de Dios. San Pablo expresa ambas ideas, pecado y condenación, conversión y perdón, en un parrafo terrible y consolador a la vez: "No se engañen . Ni los lujuriosos,ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los difamadores, ni los estafadores tendrán parte del reino de Dios. Y esto es lo que eran algunos de ustedes; pero han sido purificados, consagrados y salvados en nombre de Jesucristo, el Señor y en el Espíritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6,9-11)
AFIRMAMOS
El perdón de los pecados es la amnistía completa concedida por Dios al hombre, en virtud de la Sangre de Cristo, que la derramó por nosotros.