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¿CÓMO LEER LA BIBLIA?

La lectura de la Biblia junto con la Eucarístia, puede y debe ser el alimento espiritual del católico.
El Espíritu Santo le hablara por medio de ella, con tal de que el alma sea fiel y no se desvie de lo que el mismo Espíritu Santo le enseña por la Iglesia.

Cuando un individuo o un grupo presciden del Magisterio, allí empieza a sentirse el humo de la maldad, pararan al fín en la apostasía.

De ahí la importancia de estar siempre unidos, siempre al Papa y a los Obispos. Con la Biblia en la mano y la Tradición de la Iglesia y guiados siempre por el Magisterio, podemos hablar con plena seguridad de todo lo referente a Dios.



  • Fe es adherirse enteramente a Dios que nos habla
  • La fe exige aceptar TODA la Palabra de Dios sín mutilación alguna.
  • La Biblia es la Palabra de Dios escrita.
  • La Tradición es la misma Palabra de Dios conservada viva en la Iglesia.
  • El Magisterio es la autoridad del Papa y los Obispos que interpretan autenticamente la Palabra de Dios.

¿VALE LA PENA CREER?

Los creyentes somos más felices de lo que nos imaginamos. Somos los unicos que sabemos dar sentido a la vida. No creemos al que dice estar satisfecho consigo mismo si no sabe de dónde viene ni a dónde va.

Pero esa fe, tiene que ser firme, segura y jámas titubiante. El que duda se convierte en un masoquista que disfruta en torturarse. De aqui la providencia de Dios al darnos su Palabra, lo mismo en la Biblia y la Tradición confiado en el Magisterio que no se calla nunca ni tartamudea cuando propone la verdad que el Señor le confió.

Ese aplomo de nuestros pastores es el que nos da nuestra fuerza inconmovible.

Solo un irreflexivo se atreve hablar de este modo

Agrada mucho la expresión desenfadada de un simpatico autor:

"Creo en pejuntillas lo que enseña la iglesia, precisamente porque no soy un borrego, discurro y veo que tiene que ser así. La iglesia habla con autoridad como Jesucristo, o no es la Iglesia de Jesucristo"

La Iglesia no IMPONE sino que expone, propone, invita a escuchar y aceptar la palabra de Jesucristo, como en los concursos de televisión: si lo quieres lo tomas, si no lo quieres lo dejas...

"El que crea se salvará, Pero el que se resista a creer se condenara"
(Marcos 16, 16)


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